No fuimos a continuación a tomar algo y comer por la zona de la plaza de Santa Ana y paramos ante la estátua de Federico García Lorca, al que le han dedicado un hermoso ramo de flores.
Después de comer aún pudimos tomar un chupito típico madrileño antes de que comenzara a llover.
Después comenzó a llover y nos tuvimos que refugiar en el hotel; tal vez esta tarde noche aún podamos hacer más fotos.